Según algunos expertos, internet se ha convertido en una especie de alcohol que nos libera de inhibiciones para decirle a extraños cosas que no nos atreveríamos a decirles en persona. Esto se debe a varios factores, como el anonimato, la falta de consecuencias, la deshumanización del otro o la búsqueda de atención.
El anonimato nos hace sentir más protegidos y menos responsables de nuestras palabras. La falta de consecuencias nos hace creer que podemos decir lo que queramos sin sufrir las reacciones negativas de los demás. La deshumanización del otro nos hace olvidar que detrás de la pantalla hay una persona real con sentimientos y emociones. Y la búsqueda de atención nos hace querer provocar o generar polémica para obtener más likes o seguidores.
Estos factores pueden explicar por qué somos tan crueles en internet, pero no justifican nuestro comportamiento. Al fin y al cabo, somos nosotros los que llenamos el mundo de crueldad con nuestros actos equivocados y también somos los únicos que podemos frenarla. Para ello, debemos ser más conscientes de lo que decimos y cómo lo decimos, respetar al otro como nos gustaría que nos respetaran a nosotros y recordar que internet es una herramienta para comunicarnos y compartir, no para agredir y dañar.
Así que la próxima vez que vayas a escribir un comentario en internet, piensa bien si es necesario, si es verdad y si es amable. Y si no lo es, mejor no lo escribas. Porque todos podemos hacer de internet un lugar mejor si ponemos un poco de empatía y bondad en nuestras palabras.
Fuentes:
